PEPA Y EL SILBATO MÁGICO:
Pepa tiene 6
años y vive en un pequeño pueblecito llamado Solemar. Al ser un pueblo muy
chiquito todos allí se conocen y comparten muchas cosas. A Pepa la conocían
siempre por su gran sonrisa.
Su
colegio esta situado en las montañas y desde allí se ve todo el pueblo. Un día
la profesora le hizo una pregunta y ella no supo qué contestar.
A
partir de ese momento, cada vez que iba al colegio se imaginaba a los
profesores preguntándole cosas de la lección y se imaginaba que no sabría las
respuestas.
Pepa
comenzó a ir al colegio preocupada y perdió su bonita sonrisa. Siempre
se le veía triste y malhumorada porque tenía miedo a no saber qué
contestar.
Una
noche cuando Pepa estaba en su camita tuvo un sueño. En él apareció un pequeño
duende con el pelo azul que le dijo al oído:
- Pepa,
no te preocupes más, quiero volver a ver tu sonrisa en tu pequeña carita. Para
que puedas superar tus dudas te voy hacer entrega de este silbato mágico. Antes
de tomar cualquier decisión solo tienes que soplar dentro de él y el te dará la
respuesta.
En
aquel momento Pepa se despertó sobresaltada y miró a su alrededor. El duende
mágico había desaparecido dejando en su lugar un pequeño silbato.
Pepa
se dio cuenta que no había sido un sueño, el duende realmente había aparecido y
le había dejado un maravilloso silbato. Pepa ya no durmió en toda la
noche pensando en el día siguiente cuando fuera al colegio.
-
¡Ojalá fuera cierto! – pensaba Pepa. Así de esta manera nunca dudaré y
siempre daré la respuesta correcta.
Al
día siguiente Pepa fue a colegio muy tranquila y serena. Los niños y los
profesores se alegraron mucho cuando la vieron aparecer tan risueña y cariñosa
como simepre. Había vuelto su sonrisa.
Durante toda la mañana Pepa había utilizado su silbato para saber si lo que ella pensaba era realmente la respuesta correcta. Solamente tenía que pensar la respuesta y utilizar el silbato. SI el silbato sonaba quería decir que la respuesta era cierta pero si no sonaba tenia que pensar en otra posible respuesta ya que aquella no era cierta.
De
esta manera Pepa iba al colegio sin miedo. Podía estar tranquila ya que su
silbato le daría la respuesta correcta. Pero llegó un dia
que el silbato dejó de funcionar correctamente. A veces no sonaba y
la respuesta era correcta y en otras ocasiones sonaba y la respuesta no era
cierta, entonces Pepa se equivocaba.
Pero misteriosamente ,ya no se ponía triste sino que ahora se alegraba, ya que se dio cuenta que después de fallar , se acordaba mejor de las respuestas correctas y nunca más las volvía a errar.
De esta manera, gracias al silbato , había aprendido la importancia de equivocarse, ya que el conocimiento no solo se halla en el saber todas las respuestas al instante.
De esta manera, gracias al silbato , había aprendido la importancia de equivocarse, ya que el conocimiento no solo se halla en el saber todas las respuestas al instante.
Mónica Zambrano. Los
Wikicuentos multiculturales
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