El raton Luano:

Pero llegó un día en que el ratón Luano dejo de poderse alimentar libremente ya que los dueños de la casita adquirieron un gato de de mascota ya que se habían dado cuenta que en diversas ocasiones aparecían alimentos roídos en su despensa y esto les alerto de que posiblemente un ratón podía encontrarse allí. Por este motivo decidieron adquirir un gato como mascota para que este les protegiera y pudiera capturar al ratón si este aparecía por su despensa.

En cuanto el gato Tono fue adquirido por los dueños comenzó a investigar cada rincón de la casa hasta que se dio cuenta de que el ratón Luano vivía escondido detrás de una orificio que había construido en una de las paredes. En cuanto se dio cuenta de la existencia del ratón no dudo en llevar a cabo el propósito por el cual la familia lo había adquirido y comenzó a hacer guardia día tras día delante de la casita del ratón Luano con la intención de que este no saliera de escondrijo. El pobre ratón vio como desde que el gato había llegado hasta su casa no había día que pudiera salir de su escondite ya que el gato le estaba acechando en la salida. En muchas ocasiones cuando el gato Tono se debía ausentar de allí dejaba depositadas gran cantidad de trampas con las cuales evitaba que el ratón pudiera dirigirse hasta la despensa.
Pasaron los días y el ratón Luano se dio cuenta de que era imposible poder salir de allí sin que el gato le frenara el paso y cansado y hambriento viendo que no tenia escapatoria decidió descansar en su pequeña camita esperando que perecer allí debido a la falta de alimento. Mientras el gato Tono celebraba emocionado que habia logrado conseguir que el ratón no saliera de su escondite y que los alimentos de la despensa de sus dueños se mantuvieran siempre intactos.

En cuanto los dueños de la casa de campo vieron que el gato había cumplido su labor decidieron dejar que el gato tuviera cada mes unos días libres para que pudiera recorrer la casa y el campo junto con los otros gatos que se vivían allí y de esta manera el ratón Luano podía salir de su escondite solamente los días en los que el gato no estaba allí a pesar de que en ocasiones se topaba con alguna trampa que el gato muy astutamente había dejado en frente de su hogar con la intención de que si el ratón volvía a aparecer quedara atrapado en ella. Así que el ratón se veía forzado a condicionar su alimentación y depender de si el gato se encontraba allí o no .Y debido a que era un ratón muy glotón no podía soportar los días en que debía estar encerrado en el interior de su hogar sin queso que poder saborear.

Uno de los días en que el
pobre ratón permanecía durmiendo en su camita falto de alimento se acercó hasta
una de las pequeñas rendijas de su pequeño hogar que daban a la calle y
contempló desde allí la luna . Triste y sumido en estas sensaciones comenzó
a relajarse y comenzó a imaginarse que
la gran luna que se mostraba en lo alto del cielo era una gran bola de queso.
El raton Luano comenzó a imaginarse que era capaz de salir de su escondite y
que era capaz de alcanzar ese gran queso que se elevaba en lo alto del cielo en
los días en que el gato permanecía custodiando la entrada de su casa. Y mientras pensaba en lo agradable que sería
poder alcanzarlo una gran escalera comenzó a dibujarse en el cielo y fue
conduciéndolo poco a poco en dirección hacia la luna donde le esperaba un gran
babero y un gran tenedor dispuestos a que el ratón los utilizara para saborear el gran queso que para el era la
luna.
El ratón Luano comenzó a saborear cada pedazo de la luna pensando que se trataba realmente de un sabroso queso. Comenzó a saborear la parte de la izquierda de la luna que comenzó a disminuir de tamaño y en cuanto Luano estuvo saciado, volvió a descender por la escalera en dirección a su casita. En cuanto el ratón Luano comprobó que de nuevo el gato Tono se habia marchado y que ya no se encontraba en la casita de campo salió de su escondite al día siguiente y se dispuso a ir a la alacena a seguir alimentándose con los alimentos de allí asegurándose de no dejar ninguna huella que pudiera alertar al gato de que había podido salir de su escondite.
El ratón Luano comenzó a saborear cada pedazo de la luna pensando que se trataba realmente de un sabroso queso. Comenzó a saborear la parte de la izquierda de la luna que comenzó a disminuir de tamaño y en cuanto Luano estuvo saciado, volvió a descender por la escalera en dirección a su casita. En cuanto el ratón Luano comprobó que de nuevo el gato Tono se habia marchado y que ya no se encontraba en la casita de campo salió de su escondite al día siguiente y se dispuso a ir a la alacena a seguir alimentándose con los alimentos de allí asegurándose de no dejar ninguna huella que pudiera alertar al gato de que había podido salir de su escondite.



Y colorín colorado este cuento
se acabado
Los wikicuentos multiculturales
Monica Zambrano
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